En Arica, al norte de Chile, se está gestando algo poco habitual en el ecosistema productivo nacional: una alianza real entre empresas que entienden que el desarrollo no ocurre en solitario. Se trata del clúster “Arica Capital del Omega‑3”, una iniciativa empresarial impulsada por Golden Omega, Benexia, Newscience y Condensa, que busca consolidar a la región como un referente mundial en productos derivados del Omega‑3 con alto valor agregado.
Pero el objetivo de este clúster va más allá de fomentar la colaboración o mejorar la competitividad. Su propósito es posicionar a Arica como una sede mundial en la producción de Omega‑3, consolidando un ecosistema único en el país donde confluyen materias primas de origen marino y vegetal, marcas con proyección internacional y capacidades industriales especializadas. Cada empresa que lo integra cumple un rol clave dentro de esta cadena.
Golden Omega, con base en Arica, lidera a nivel nacional en la extracción de Omega‑3 a partir de productos marinos, exportando a mercados exigentes bajo los más altos estándares de pureza y trazabilidad. Por su parte, Benexia aporta una línea complementaria enfocada en el Omega‑3 de origen vegetal, extraído desde la chía. A esta red se suma NewScience, marca nutracéutica chilena con presencia internacional, encargada de formular productos finales para el consumidor. Finalmente, Condensa cierra el circuito productivo al diseñar y fabricar los envases especializados que permiten que estos productos lleguen al mercado con calidad, seguridad y diferenciación.
Lo que hace único a este clúster es que gran parte de la cadena de valor ocurre en Arica: desde la extracción hasta la fabricación del packaging utilizado en el producto final. Eso permite generar un impacto directo en la economía local: empleos de calidad, transferencia tecnológica, inversión en infraestructura y encadenamientos productivos con proveedores de la zona.
Este esfuerzo colaborativo también representa una nueva forma de pensar el desarrollo industrial: una donde las empresas no compiten por separado, sino que se articulan bajo una visión común, compartiendo desafíos y apostando por el posicionamiento territorial. En lugar de mirar hacia el centro del país, este clúster mira hacia afuera: al mundo.
En Condensa no sólo creemos en ese camino: lo estamos recorriendo. Participar en este clúster nos ha permitido dialogar con otras empresas, identificar desafíos comunes y trabajar en soluciones concretas desde Arica, para Arica. Sabemos que el crecimiento regional requiere compromiso sostenido, inversión en capacidades locales y voluntad de construir redes reales. Por eso estamos aquí, colaborando activamente, no como espectadores, sino como parte de un ecosistema que apuesta por una industria más integrada, descentralizada y con sentido territorial.

